De hecho, algunas especies de murciélagos consumen principalmente frutas, nueces, bayas y semillas. Estos murciélagos se conocen comúnmente como murciélagos frugívoros o zorros voladores debido a su dieta basada en frutas. Los murciélagos frugívoros desempeñan un papel crucial en la dispersión de semillas, ayudando a mantener el equilibrio ecológico en los ecosistemas forestales. Sus preferencias dietéticas los convierten en contribuyentes vitales para la reproducción y conservación de diversas especies de plantas.