¿Cómo la adaptación del color y los patrones del cuerpo ayuda a sobrevivir el pez mandarín?

Los peces mandarín, con sus colores vibrantes y patrones intrincados, confían en el camuflaje y la coloración de advertencia para sobrevivir. Así es como les ayuda su apariencia:

camuflaje:

* Antecedentes de arrecifes de coral: Los colores brillantes de los peces mandarín se mezclan notablemente bien con los coloridos arrecifes de coral que habitan. Esto los hace más difíciles de detectar para los depredadores, especialmente en los antecedentes ocupados de un arrecife.

* Patrón disruptivo: Los patrones intrincados en su cuerpo, como rayas y manchas, rompen su silueta y confunden aún más a los depredadores. Esto dificulta que los depredadores juzguen con precisión el tamaño y la forma del pez.

Coloración de advertencia:

* piel tóxica: Los colores brillantes del pez mandarín son una advertencia a los depredadores de que son venenosos. Su piel secreta un moco que contiene tetrodotoxina, una neurotoxina mortal que se encuentra en el pez glopio. Esta toxicidad los hace desagradables para la mayoría de los depredadores.

* disuasión: Al ser de colores brillantes, anuncian su toxicidad, desanimando a los depredadores incluso intentar un ataque. Esto les ayuda a evitar que se les coman, mejorando su supervivencia.

Consideraciones adicionales:

* Pantalla de cortejo: Sus colores brillantes también juegan un papel en el cortejo. Son sexualmente dimórficos, lo que significa que los hombres y las mujeres tienen diferentes patrones de color. Durante la temporada de apareamiento, los colores vibrantes los ayudan a atraer a los compañeros potenciales.

* Relación simbiótica: El pez mandarín también tiene una relación simbiótica con camarones más limpios. El camarón limpia los parásitos de los peces, mejorando aún más su supervivencia.

En conclusión, el color y los patrones del cuerpo vibrantes del pez mandarín actúa como una herramienta de camuflaje y una señal de advertencia, lo que les permite evitar ser comidos y atraer a compañeros. Esta combinación de adaptaciones es clave para su supervivencia en el entorno duro del arrecife de coral.