Codificación selectiva Es el proceso de prestar atención y codificar ciertos aspectos de un mensaje mientras se ignoran otros. Es una parte clave del procesamiento de la información y está influenciada por una serie de factores, incluidos los objetivos, las expectativas y los conocimientos previos del individuo.
La codificación selectiva puede provocar sesgos y errores en la memoria, ya que es más probable que las personas recuerden información que sea coherente con sus creencias y conocimientos existentes. Por ejemplo, un estudio de Nisbett y Ross (1980) encontró que era más probable que las personas recordaran información sobre un accidente automovilístico si se trataba de un automóvil deportivo que de un sedán familiar. Esto se debe a que es más probable que los coches deportivos estén asociados con accidentes en la mente de las personas.
La codificación selectiva también se puede utilizar para mejorar el rendimiento de la memoria. Al centrarse en los aspectos más importantes de un mensaje, las personas pueden codificarlos de manera más eficiente y recordarlos con mayor eficacia. Por ejemplo, un estudiante que está estudiando para un examen podría optar por centrarse en las ideas principales de cada capítulo en lugar de intentar memorizar cada detalle.
La codificación selectiva es un proceso complejo e importante que influye en cómo recordamos la información. Es importante ser consciente de cómo la codificación selectiva puede sesgar nuestra memoria y tomar medidas para minimizar estos efectos.
A continuación se ofrecen algunos consejos para minimizar los efectos de la codificación selectiva :
- Sea consciente de sus objetivos y expectativas antes de codificar información.
- Preste atención a la información que sea inconsistente con sus creencias y conocimientos existentes.
- Interactúe activamente con la información que está intentando codificar.
- Utilice dispositivos mnemotécnicos para ayudarle a recordar información.