Pérdida de hábitat: La mayor amenaza para las panteras de Florida es la destrucción de su hábitat, que se debe principalmente al desarrollo humano. La urbanización, la agricultura y las actividades mineras han fragmentado y reducido el tamaño de su hábitat natural, lo que les dificulta encontrar alimento, pareja y sitios adecuados para habitar.
Caza y caza furtiva: Aunque las panteras de Florida están protegidas por la Ley de Especies en Peligro de Extinción, todavía enfrentan la amenaza de la caza ilegal y furtiva. Algunas personas matan panteras por su piel o en represalia por lo que perciben como amenazas al ganado.
Enfermedad: Las panteras de Florida son susceptibles a diversas enfermedades, incluida la leucemia felina, el SIDA felino y el moquillo canino. Estas enfermedades pueden transmitirse de perros y gatos domésticos a panteras y pueden provocar graves problemas de salud e incluso la muerte.
Endogamia: Debido al pequeño tamaño de la población de panteras de Florida, la endogamia es una amenaza importante para su diversidad genética. La endogamia puede conducir a un menor éxito reproductivo, una mayor susceptibilidad a las enfermedades y una disminución general de la aptitud genética.
Colisiones de vehículos: Las panteras de Florida suelen cruzar carreteras y autopistas en busca de comida y territorio, lo que las hace vulnerables a colisiones con vehículos. Estas colisiones pueden provocar lesiones graves o la muerte a las panteras.
Comercio ilegal: En ocasiones, las panteras de Florida son capturadas y vendidas ilegalmente como mascotas exóticas o para su uso en circos y otros lugares de entretenimiento. Este comercio supone una grave amenaza para la supervivencia de la especie.