El armadillo vive en una variedad de biomas, incluidos pastizales, sabanas y bosques. Se encuentran en América Central y del Sur, así como en el sur de los Estados Unidos. Los armadillos están bien adaptados a vivir en estos biomas, ya que tienen un caparazón grueso y óseo que los protege de los depredadores y los elementos. También pueden cavar madrigueras en el suelo, lo que les proporciona refugio del sol y la lluvia.