No se recomienda intentar hacer zarigüeyas o animales salvajes en mascotas. Aunque las zarigüeyas podrían no buscar activamente la confrontación para lastimar a los humanos, generalmente no deberían abordarse. Cuando se acorralan o amenazan, las zarigüeyas pueden morder o rascar como una forma de defenderse. Por lo tanto, es mejor observarlos desde una distancia segura sin intentar tocar o interactuar con ellos.