Los gatos son depredadores naturales de los perros y los perros son depredadores naturales de los gatos. Los gatos son más pequeños que los perros y tienen garras afiladas, mientras que los perros tienen garras y dientes afilados. Los perros también son más rápidos que los gatos, lo que los hace más propensos a atrapar gatos.
Cuando los perros ven gatos, pueden excitarse y empezar a perseguirlos, y los gatos pueden asustarse y empezar a correr. Los gatos y los perros también pueden perseguirse entre sí a modo de juego, es decir, ambos animales se divierten y no hay malicia en la persecución.
Hay algunas cosas que los dueños de perros y gatos pueden hacer para ayudar a evitar que los perros persigan a los gatos:
* Enséñele a su perro la orden de "no" y recompénselo cuando obedezca.
* Cuando veas al perro persiguiendo al gato, llámalo y regañalo.
* Mantenga a su perro con correa cuando esté al aire libre.
* Mantenga al gato dentro de casa o en un lugar seguro donde el perro no pueda alcanzarlo.