Las abejas pasan una parte importante de su vida comiendo y recolectando alimentos para su colonia. Se sabe que son trabajadores diligentes y a menudo se les observa moviéndose de flor en flor en busca de néctar y polen. Aquí hay un desglose de su comportamiento alimentario:
1. Néctar: El néctar es un líquido azucarado producido por las flores para atraer a los polinizadores, incluidas las abejas. Las abejas usan sus largas lenguas para chupar el néctar de las flores y almacenarlo en sus estómagos de miel. Luego regresan a la colmena para regurgitar el néctar, que es procesado por otras abejas obreras para producir miel. La miel sirve como fuente de energía primaria para las abejas y se utiliza para alimentar a la colonia, especialmente durante los meses más fríos cuando las flores escasean.
2. Polen: El polen es una sustancia en polvo producida por las flores que contiene proteínas, vitaminas y minerales esenciales. Las abejas recolectan polen rozando las flores y llevando los granos de polen en sus cuerpos. Transportan el polen de regreso a la colmena, donde se almacena en células especializadas. El polen sirve como fuente vital de proteínas para las abejas y es particularmente importante para el crecimiento y desarrollo de las abejas jóvenes.
3. Agua: Como todos los organismos vivos, las abejas necesitan agua para sobrevivir. Recogen agua de diversas fuentes, como charcos, arroyos o incluso gotas de rocío sobre las hojas. El agua es esencial para regular la temperatura y la humedad de la colmena y también se usa para mezclarla con miel y polen para crear pan de abeja, que es un alimento nutritivo para las abejas.
A lo largo de su temporada activa, que es principalmente durante los meses más cálidos, las abejas se involucran en un comportamiento de búsqueda constante de alimento para toda la colonia. Por lo general, trabajan muchas horas, comenzando temprano en la mañana y regresando a la colmena por la noche. Pueden visitar cientos o incluso miles de flores en un solo día, dependiendo de la disponibilidad de recursos.
Durante los meses de invierno, cuando las flores escasean, las abejas dependen de sus reservas de miel y polen para sobrevivir. Conservan su energía agrupándose para generar calor y reducir su tasa metabólica.