La relación entre wombats y caracoles no es mutualista, sino más bien comensalista. En el comensalismo, una especie se beneficia de la interacción, mientras que la otra no se ve perjudicada ni se beneficia. En este caso, los wombats se benefician de las actividades de excursiones de los caracoles que ayudan a airear el suelo y mejorar el drenaje, lo que lo hace más adecuado para el pastoreo de los wombats. Los caracoles, por otro lado, no se benefician ni se ven perjudicados por la presencia de los wombats. Por lo tanto, la relación es comensalista, no mutualista.