Los caracoles, como muchos otros invertebrados, tienen un crecimiento indeterminado, lo que significa que pueden continuar creciendo a lo largo de sus vidas. La vida útil de un caracol puede variar mucho dependiendo de la especie. Algunas especies, como el caracol de jardín común (Cornu Aspersum), pueden vivir hasta 5-7 años en la naturaleza, mientras que otras, como el caracol de tierra africana gigante (achatina fulica), pueden vivir durante más de 10 años.