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Hay varios factores que contribuyen al peligro del coquí dorado:
Pérdida de hábitat: La causa principal del declive del coquí dorado es la pérdida y fragmentación de su hábitat natural. El desarrollo urbano, la agricultura, la deforestación y las actividades mineras han reducido significativamente el hábitat disponible para la especie. A medida que las poblaciones humanas continúan creciendo e invadiendo áreas naturales, el coquí dorado enfrenta una presión cada vez mayor sobre su espacio vital.
Cambio climático: Los cambios en los patrones climáticos, en particular el aumento de las temperaturas y la alteración de los patrones de lluvia, también están afectando la supervivencia del coquí dorado. La especie es muy sensible a las fluctuaciones de temperatura y requiere una gama específica de condiciones ambientales para prosperar. El aumento de las temperaturas y los cambios en las precipitaciones pueden alterar el delicado equilibrio del ecosistema y dificultar la adaptación del coquí dorado.
Depredación: La introducción de depredadores no nativos, como ratas, gatos y mangostas, ha exacerbado aún más el declive del coquí dorado. Estos depredadores se aprovechan del coquí dorado y sus huevos, reduciendo el éxito reproductivo y las tasas de supervivencia de la especie.
Enfermedad: Ciertas enfermedades fúngicas, como la quitridiomicosis, han sido identificadas como una amenaza para el coquí dorado. La quitridiomicosis afecta la piel de los anfibios y provoca lesiones cutáneas, desequilibrio electrolítico y, finalmente, la muerte. La enfermedad ha provocado una disminución de la población de varias especies de anfibios en todo el mundo y también representa un riesgo significativo para el coquí dorado.
Diversidad genética limitada: El coquí dorado tiene un tamaño poblacional relativamente pequeño, lo que aumenta el riesgo de endogamia y reduce la diversidad genética. La endogamia puede provocar problemas de salud, un éxito reproductivo reducido y una mayor susceptibilidad a las enfermedades, lo que hace que la especie sea más vulnerable a los cambios ambientales y otros factores estresantes.
Sobrerecolección: En el pasado, el coquí dorado se recolectaba para el comercio de mascotas, lo que contribuyó a la disminución de la población. Si bien desde entonces se han implementado regulaciones comerciales, la recolección ilegal para mascotas y con fines de investigación continúa representando una amenaza para la especie.
Efectos sinérgicos: Estos diversos factores actúan sinérgicamente para llevar al coquí dorado hacia la extinción. La pérdida de hábitat, el cambio climático, la depredación, las enfermedades, la diversidad genética limitada y la recolección excesiva impactan colectivamente la supervivencia de la especie, lo que hace que sus esfuerzos de recuperación y conservación sean extremadamente desafiantes.