Los Mustangs americanos son no considerado una especie invasora. He aquí por qué:
* nativo de América del Norte: Los Mustangs descienden de los caballos traídos a América del Norte por exploradores españoles hace siglos. Estos caballos escaparon o fueron liberados intencionalmente, y se han adaptado al medio ambiente y prosperaron en muchas regiones. No son una especie introducida de otro continente.
* papel ecológico: Si bien su pastoreo puede afectar la vegetación, se consideran parte del ecosistema natural. Históricamente han jugado un papel en la configuración del paisaje e influyendo en la distribución de otras especies.
* Estado de conservación: Los Mustangs son gestionados actualmente por la Oficina de Gestión de Tierras (BLM) y se consideran una especie protegida en muchas áreas. Su población y rango se controlan cuidadosamente.
Sin embargo, hay algunas complejidades:
* Sobre paseo: Las poblaciones de Mustang a veces pueden exceder la capacidad de carga de su entorno, lo que lleva a un sobrecrabnicio y a la degradación del hábitat. Esta es una preocupación para la salud a largo plazo del ecosistema.
* En conflicto con la ganadería: Los rebaños de Mustang pueden competir con el ganado por los recursos de pastoreo, lo que lleva a conflictos con los ganaderos y crea desafíos de gestión.
* acto salvaje de caballos y burro: La Ley Wild Horse and Burro de 1971 protege a los Mustangs como "símbolos vivos del espíritu histórico y pionero de Occidente". Sin embargo, la Ley ha sido criticada por su enfoque en preservar las poblaciones de Mustang sin abordar su impacto ecológico.
En conclusión: Si bien no son técnicamente invasivas, las poblaciones de Mustang pueden tener un impacto ecológico significativo y requerir un manejo cuidadoso. El equilibrio entre conservación y gestión sostenible es un debate continuo y un desafío tanto para el BLM como para el público.