¿Por qué se llama al hombre un animal económico?

Al hombre se le llama animal económico debido a sus necesidades insaciables. Tiene deseos ilimitados pero medios limitados. Tiene que elegir entre las alternativas disponibles en función de sus necesidades y prioridades. Tiene que asignar sus recursos limitados de tal manera que obtenga la máxima satisfacción. Este es el estudio de la economía, la ciencia de la elección.

Adam Smith, el padre de la economía, dijo que el hombre es un animal económico porque siempre está tratando de mejorar su bienestar económico. Trabaja constantemente para ganar dinero y adquirir bienes y servicios que mejorarán su vida. También está tratando de ahorrar para el futuro y mantener a su familia.

Algunas de las razones por las que al hombre se le llama animal económico incluyen:

Interés propio: El hombre está impulsado por el interés propio, que es el deseo de mejorar el propio bienestar económico. Este interés propio lleva a las personas a trabajar, producir y comerciar bienes y servicios.

Concurso: El hombre también está impulsado por la competencia, que es el deseo de ser mejor que los demás. Esta competencia lleva a las personas a trabajar más duro e innovar, lo que puede conducir al crecimiento económico.

Recursos limitados: El hombre tiene recursos limitados, como tiempo, dinero y energía. Esto significa que tiene que tomar decisiones sobre cómo asignar sus recursos para satisfacer sus necesidades y deseos.

Incentivos económicos: El hombre también está motivado por incentivos económicos, como el deseo de obtener mayores ingresos o ahorrar dinero. Estos incentivos pueden llevar a las personas a trabajar más duro, ahorrar más e invertir más.

Cooperación: El hombre también es un animal cooperativo, lo que significa que puede trabajar junto con otros para lograr objetivos comunes. Esta cooperación puede conducir al crecimiento económico y la prosperidad.

Por eso, al hombre se le llama animal económico debido a sus necesidades insaciables y sus medios limitados. Tiene que elegir entre las alternativas disponibles en función de sus necesidades y prioridades. Tiene que asignar sus recursos limitados de tal manera que obtenga la máxima satisfacción.