El proceso por el cual un mamífero comienza a producir leche se conoce como lactancia. En las novillas primerizas (también llamadas novillas primíparas), la lactancia generalmente comienza unos días antes o después de que la novilla dé a luz (parto). El momento exacto del inicio de la lactancia en las novillas puede variar dependiendo de varios factores, incluida la genética, la raza, el estado de salud y las condiciones ambientales.
En términos generales, las novillas primerizas comienzan a lactar a los pocos días del parto. Este proceso es desencadenado por cambios hormonales que ocurren durante la última etapa del embarazo y alrededor del momento del nacimiento. Las hormonas más importantes implicadas en la lactancia son el estrógeno, la progesterona, la oxitocina y la prolactina.
Los niveles de estrógeno y progesterona disminuyen significativamente después del parto de la novilla, mientras que los niveles de oxitocina y prolactina aumentan. Estos cambios hormonales indican a las glándulas mamarias que comiencen a producir leche.
Sin embargo, vale la pena señalar que es posible que la lactancia no se establezca completamente inmediatamente después del parto. Pueden pasar varios días hasta que la producción de leche alcance su punto máximo. Durante los primeros días, las novillas pueden producir calostro, que es una sustancia espesa, de color blanco amarillento, rica en anticuerpos y nutrientes que proporciona la nutrición esencial al ternero recién nacido.
Los agricultores y ganaderos monitorean de cerca el inicio de la lactancia en las novillas primerizas para garantizar que tengan un período de lactancia exitoso y productivo. La nutrición, el manejo y el apoyo sanitario adecuados son cruciales para promover una producción óptima de leche y la salud tanto de la novilla como de su ternero.