Los caballos se reproducen por reproducción sexual, que implica la fertilización de un óvulo por un espermatozoide. El proceso comienza con el comportamiento de cortejo entre una yegua (caballo) y un semental (caballo macho). Durante el cortejo, el semental mostrará comportamientos como resoplar, patear el suelo y estirar el cuello. También puede intentar montar la yegua. Si la yegua está receptiva, se quedará quieta y permitirá que el semental la monte.
Una vez montado el semental, introducirá su pene en la vagina de la yegua y eyaculará. Luego, el cuello uterino de la yegua se cerrará, evitando que el esperma se escape. Luego, el espermatozoide viajará a través del tracto reproductivo de la yegua y fertilizará un óvulo. Si el óvulo es fertilizado, se convertirá en un embrión y luego en un feto. Luego, la yegua cargará al potro (caballito) durante unos 11 meses antes de dar a luz.
Los caballos sólo pueden reproducirse con otros caballos. No pueden reproducirse con otros animales, como burros o cebras.