No hay una sola persona o entidad que se les ocurriera los nombres para los animales. Los nombres de los animales han evolucionado con el tiempo y han sido influenciados por una variedad de factores, incluidos idiomas regionales, culturas y clasificaciones científicas. Algunos nombres de animales se han derivado de sus características o comportamientos físicos, mientras que otros se han inspirado en la mitología o el folklore. Por ejemplo, se cree que el nombre "gato" se originó de la palabra holandés central "katte", mientras que se cree que el nombre "perro" proviene de la antigua palabra inglesa "docga".