Los amonitas se extinguieron al final del período Cretácico, hace aproximadamente 66 millones de años. Este evento de extinción coincidió con la extinción de los dinosaurios y varios otros grupos de organismos, y se atribuye comúnmente a una combinación de factores, principalmente el impacto de un asteroide masivo y el posterior cambio climático. En consecuencia, los amonitas a menudo se consideran uno de los fósiles marinos más emblemáticos que representan una época pasada.