Las nutrias no hibernan porque pueden mantener la temperatura corporal sin entrar en un estado de sueño profundo. Esto se debe a su pelaje espeso y a su capacidad para almacenar grasa, lo que les ayuda a aislarse del frío. Además, las nutrias son nadadoras activas y pueden encontrar alimento durante todo el invierno, lo que les permite evitar tener que hibernar para conservar energía.