La descripción mitológica tradicional de un dragón en la cultura occidental a menudo incluye las siguientes características:
1. Piel escamosa: Los dragones generalmente se representan con una piel dura y escamosa que varía en color, a menudo desde tonos verdes, rojos o metálicos como oro, plata o bronce.
2. Alas: Los dragones suelen representarse con grandes alas coriáceas que les permiten volar. Las alas suelen ser membranosas y pueden tener plumas o ser similares a las alas de los murciélagos o los pájaros.
3. Garras: Los dragones tienen garras poderosas y afiladas en las patas y, a veces, en las alas.
4. Dientes y colmillos: Los dragones son conocidos por sus dientes afilados y grandes colmillos, que a menudo se representan como sobresaliendo de sus bocas.
5. Cola larga: Los dragones generalmente se representan con una cola larga y serpentina, que puede tener púas, púas o punta con forma de hoja o flecha.
6. Respira fuego: En la cultura occidental, los dragones se asocian comúnmente con escupir fuego, que es un arma poderosa capaz de destruir objetos o dañar a sus oponentes.
7. Inteligencia :Los dragones a menudo son retratados como criaturas muy inteligentes, que poseen sabiduría y astucia. Es posible que puedan comunicarse verbalmente o telepáticamente y emplear habilidades mágicas o sobrenaturales.
8. Tamaño :Los dragones varían en tamaño, pero a menudo se los describe como criaturas colosales o masivas, mucho más grandes que los humanos.
Es importante tener en cuenta que las diferentes culturas tienen diferentes representaciones de dragones, y dentro de la literatura fantástica y los medios modernos, los diseños y características de los dragones pueden variar ampliamente, desviándose a menudo de los atributos tradicionales mencionados anteriormente.