Las cobras son serpientes venenosas que usan su veneno para la caza y la defensa. Tienen un par de colmillos en la parte delantera de su mandíbula superior, que están conectadas a las glándulas de veneno. Cuando una cobra muerde, inyecta a Venom en la víctima a través de sus colmillos. El veneno es una poderosa neurotoxina que puede causar parálisis e incluso la muerte.
Las cobras también usan su tamaño y fuerza corporal para defenderse. Pueden crecer hasta 18 pies de largo y tienen músculos poderosos que les permiten golpear de manera rápida y con fuerza. Las cobras también pueden usar su cuerpo para enrollarse y proteger su cabeza y cuello, que son sus áreas más vulnerables.
Además de sus colmillos y tamaño corporal, las cobras también usan su coloración y marcas para ayudarlos a sobrevivir. Muchas cobras tienen colores y patrones brillantes que advierten a los depredadores que se mantengan alejados. Otros tienen patrones de camuflaje que los ayudan a mezclarse con su entorno.
Las cobras son criaturas fascinantes y peligrosas. Utilizan una variedad de partes del cuerpo y adaptaciones para ayudarlos a sobrevivir en la naturaleza.