No se recomienda mantener juntos a tortugas y gatos como mascotas. Los gatos son depredadores naturales de las tortugas y pueden intentar atacarlas o acosarlas. Las tortugas, por otro lado, pueden morder si se las manipula con brusquedad o si se estresan por la presencia de un gato. Además, los gatos pueden ser portadores de enfermedades que podrían ser perjudiciales para las tortugas y viceversa. Es mejor mantener separados a los gatos y las tortugas por la seguridad de ambos animales.