Los caimanes no son mascotas adecuadas y generalmente son ilegales para mantenerlo como tales en la mayoría de los países.
Son animales salvajes y requieren atención y hábitat especializados.
Mantener a los cocodrilos como mascotas plantea riesgos tanto para el animal como para los humanos.
Los caimanes tienen requisitos específicos de dieta, ambiental y de seguridad que pueden ser difíciles de cumplir en un entorno doméstico.
Son depredadores poderosos con mandíbulas fuertes y dientes afilados, lo que los hace peligrosos de manejar.