¿Pueden los excrementos de ratones y ratas ser perjudiciales para los niños?

Sí, los excrementos de ratones y ratas pueden ser extremadamente perjudiciales para los niños. He aquí por qué:

Riesgos para la salud:

* hantavirus: Este virus potencialmente mortal se extiende a través de la orina, los excrementos y la saliva de los roedores infectados. Los niños son especialmente vulnerables a la infección por hantavirus.

* Salmonella: Los excrementos de roedores pueden transportar bacterias de Salmonella, lo que lleva a una intoxicación alimentaria con síntomas como diarrea, fiebre y calambres abdominales.

* leptospirosis: Esta infección bacteriana se propaga a través del contacto con orina de roedores infectados. Los síntomas pueden incluir fiebre, dolor de cabeza, dolores musculares y vómitos.

* Otras enfermedades: Los excrementos de roedores también pueden transportar otras enfermedades como E. coli, Listeria y Plaga, que pueden plantear riesgos graves para la salud para los niños.

Reacciones alérgicas:

* Los excrementos de roedores y la orina pueden desencadenar alergias y asma en los niños.

Otras consideraciones:

* Exposición: Es más probable que los niños pequeños pongan objetos en la boca, haciéndolos más vulnerables a ingerir o inhalar sustancias nocivas como excrementos de roedores.

* Sistemas inmunes: Los sistemas inmunes de los niños todavía se están desarrollando, lo que los hace más susceptibles a las infecciones.

Prevención:

* Limpiar: Limpie completamente cualquier área donde se encuentren los excrementos de roedores, con guantes y una máscara para protección.

* Ayuda profesional: Si sospecha una infestación de roedores, comuníquese con una empresa profesional de control de plagas para una eliminación segura y efectiva.

* Medidas preventivas: Tome medidas para evitar que los roedores ingresen a su hogar, como sellar grietas y agujeros, almacenar alimentos adecuadamente y mantener su jardín limpio.

Es importante tener en cuenta: Incluso si no ve ningún excremento visible, siempre es mejor errar por precaución. Si sospecha una infestación de roedores, consulte a un médico o un profesional de la salud para obtener orientación.