Las células animales mantienen su forma e integridad estructural principalmente debido a la presencia del citoesqueleto, que es una red dinámica de filamentos de proteínas y túbulos que se extiende a lo largo del citoplasma. El citoesqueleto está compuesto por tres componentes principales:
1. Microfilamentos (filamentos de actina):
- Estructuras delgadas de hilo hechas de proteínas de actina.
- Forma una malla densa justo debajo de la membrana celular.
- Proporcione apoyo estructural, mantenga la forma celular y facilite procesos celulares como la división celular, el movimiento celular y la fagocitosis.
2. Microtúbulos:
- Estructuras cilíndricas huecas hechas de proteínas de tubulina.
- irradiar desde el centrosoma, que sirve como centro de organización de microtúbulos de la célula.
- Proporcione estabilidad estructural, actúe como carreteras intracelulares para el transporte de orgánulos y juegue roles cruciales en la división celular (formando el huso mitótico) y determinar la forma celular.
3. Filamentos intermedios:
- Estructuras difíciles de cuerda hechas de varios tipos de proteínas de filamentos intermedios.
- Forma un andamio que ayude a mantener la forma celular y proporciona resistencia mecánica.
- Se encuentran diferentes tipos de filamentos intermedios en diferentes tipos de células, lo que contribuye a las propiedades específicas del tejido.
Además de estos componentes del citoesqueleto, algunas células animales también pueden tener una pared celular, que es una estructura rígida que rodea la membrana celular. La pared celular, comúnmente encontrada en las células vegetales, proporciona apoyo y protección adicionales. Sin embargo, en las células animales, la pared celular suele estar ausente, lo que permite más flexibilidad y procesos celulares dinámicos.