Las esponjas poseen una capacidad excepcional conocida como totipotencia, lo que les permite regenerar organismos enteros de pequeños fragmentos o incluso células individuales. Este notable proceso de regeneración no se limita a reemplazar los tejidos dañados, sino que también se extiende a formar nuevas personas a través de la reproducción asexual. La versatilidad y la adaptabilidad de las esponjas a este respecto las hacen únicas entre los animales multicelulares y resaltan sus notables estrategias de resiliencia y supervivencia en diversos entornos.