Sí, la mayoría de los Mantarays tienen una columna venenosa en la cola. La columna se encuentra en el lado dorsal de la cola, y puede tener hasta 10 pulgadas de largo. La columna vertebral es de púas y puede infligir una herida dolorosa si entra en contacto con la piel humana. El veneno de la columna no es mortal, pero puede causar dolor severo, hinchazón y náuseas.