Los camellos tienen fosas nasales grandes y anchas que pueden cerrar para evitar la entrada de arena y polvo durante las tormentas de arena. También pueden usar sus fosas nasales para regular la temperatura corporal enfriando el aire caliente antes de que ingrese a sus pulmones. Además, los camellos tienen una estructura ósea única en la nariz que ayuda a filtrar las partículas extrañas del aire que respiran.