No, los excrementos de las lagartijas no son tóxicos y no pueden provocar la muerte de una persona. Los excrementos de lagarto, también conocidos como heces de lagarto, consisten principalmente en partículas de alimentos no digeridos y productos de desecho. Si bien pueden portar ciertas bacterias o parásitos que pueden ser dañinos si se ingieren, el riesgo de enfermedad grave o muerte por contacto directo con los excrementos de lagarto es extremadamente bajo.
Es importante mantener buenas prácticas de higiene para prevenir la propagación de posibles enfermedades o infecciones, incluido lavarse las manos después de manipular animales o sus productos de desecho. Sin embargo, la idea de que los excrementos de los lagartos son intrínsecamente tóxicos y pueden causar la muerte es inexacta.