Las epífitas son plantas que crecen en la superficie de otra planta, pero no son parásitas. Obtienen sus nutrientes del aire, la lluvia y los escombros que se acumulan en la planta huésped. Las epífitas son comunes en las selvas tropicales, donde pueden representar hasta el 25% de la biomasa vegetal total.
Algunos ejemplos comunes de epífitas incluyen:
* Musgos
* Hepaticas
* Helechos
* Orquídeas
* Bromelias
Las epífitas pueden beneficiar a sus plantas hospedantes de varias maneras. Pueden proporcionar sombra, reducir la pérdida de agua y agregar nutrientes al suelo de la planta huésped. Además, las epífitas pueden proporcionar un hogar para otras plantas y animales y pueden ayudar a crear un ecosistema más complejo y diverso.
Aunque las epífitas no son parásitas, a veces pueden dañar a sus plantas hospedantes. Por ejemplo, las epífitas pueden impedir que la luz solar llegue a las hojas de la planta huésped o pueden competir con la planta huésped por agua y nutrientes. En algunos casos, las epífitas pueden incluso provocar el colapso de la planta huésped.
Las epífitas son una parte importante del ecosistema de la selva tropical y desempeñan un papel en el mantenimiento del equilibrio de la naturaleza.