El escarabajo tenía una inmensa importancia histórica para los antiguos egipcios. He aquí por qué:
1. Símbolo de renacimiento y resurrección:
* El ciclo de vida único del escarabajo cautivó a los egipcios. Observaron las bolas de estiércol de escarabajo, que vieron como un paralelo al dios del sol, rodando el sol sobre el cielo.
* La metamorfosis del escarabajo de las larvas a los escarabajos reflejó el concepto de renacimiento y resurrección, una creencia crucial en la ideología egipcia de la vida futura.
* Esta asociación hizo del escarabajo un potente símbolo de la vida eterna y el ciclo de muerte y renovación.
2. Conexión divina:
* El escarabajo se asoció con Khepri, un dios representado como un escarabajo, que representa el sol de la mañana y el creador del mundo.
* La gente llevaba amuletos escarabajos para la protección, creyendo que encarnaban el poder de Khepri y trajeron buena suerte y fortuna.
3. Rituales religiosos:
* Los escarabajos a menudo se usaban en ceremonias religiosas, especialmente en las prácticas de entierro.
* Se colocaron escarabajos del corazón, hechos de piedra verde u otros materiales, sobre el corazón del difunto durante la momificación. Estos amuletos se inscribieron con hechizos para ayudar al fallecido a navegar por la vida futura.
* Los escarabajos también se utilizaron como ofertas y decoraciones funerarias en tumbas.
4. Símbolo de referencia y poder:
* Los faraones a menudo se representaban como escarabajos, enfatizando su poder divino y conexión con el dios del sol.
* El emblema real del escarabajo se asoció con la autoridad del faraón y el derecho a gobernar.
5. Vida cotidiana:
* Los escarabajos no eran solo símbolos religiosos sino también objetos prácticos. Fueron tallados en sellos, amuletos y joyas.
* Su forma distintiva los convirtió en un material ideal para crear diseños e inscripciones intrincados.
La presencia del escarabajo impregnaba la vida egipcia, convirtiéndose en un poderoso símbolo de sus creencias espirituales, rituales y aspiraciones para la vida eterna. Es un testimonio de la estrecha relación entre los egipcios y el mundo natural, y cómo observaron sus ciclos para comprender su propia existencia.