Esta afirmación no es del todo cierta. Algunos gusanos que pueden transmitirse de perros a humanos pueden causar infecciones que pueden tener síntomas graves en los humanos, aunque estas infecciones generalmente se pueden tratar de manera efectiva. Es importante garantizar prácticas de higiene adecuadas, como lavarse las manos después de manipular perros o de estar en áreas donde puedan haber estado perros, para minimizar el riesgo de transmisión. Si sospecha que puede haber contraído una infección por gusanos de un perro, es fundamental consultar a un profesional de la salud para su evaluación y tratamiento.