En árboles huecos:
Uno de los lugares más naturales para anidar las abejas es dentro de los árboles huecos. Las abejas silvestres, incluidas las abejas melíferas, los abejorros y las abejas carpinteras, tienen más probabilidades de elegir árboles huecos como hogar.
La cavidad interna del árbol protege a las abejas de las inclemencias del tiempo y de los depredadores. Además, el espacio hueco sirve como regulador constante de la temperatura de la colmena.
Grietas de roca:
Las abejas también pueden crear sus colmenas en fisuras de rocas. En realidad, las grietas de las rocas pueden brindar beneficios similares a los árboles huecos, como protección contra el clima y los depredadores. La apicultura en rocas (mantener a las abejas en colmenas de rocas especialmente construidas) es una práctica bien conocida.
Bajo alero del tejado:
Los espacios debajo de los aleros del tejado o incluso dentro de los plafones son lugares frecuentes de anidación de las abejas. Estos lugares brindan fácil acceso, cierta protección contra el clima y un lugar para que las abejas entren y salgan de sus colmenas.
Huecos en las paredes:
A veces, las abejas pueden ingresar a residencias u otras estructuras a través de huecos en las paredes. Estos vacíos pueden ofrecer la soledad que las abejas necesitan para formar un hogar.
Interior de chimeneas:
Las chimeneas son otro lugar de anidación intrigante para las abejas. La altura de la chimenea podría proporcionar a la colonia una ventaja estratégica y al mismo tiempo brindar protección.
Madrigueras subterráneas:
Ciertas especies de abejas, como las abejas mineras y las que anidan en el suelo, prefieren las madrigueras subterráneas. Estas abejas cavan madrigueras en la tierra, que incluyen celdas para criar a sus crías y almacenar miel.
Colmenas artificiales:
Los apicultores suelen utilizar colmenas artificiales para albergar a las abejas. Estas colmenas están cuidadosamente construidas para satisfacer las necesidades de refugio y protección de las abejas.