Los sírfidos se encuentran en muchos hábitats de todo el mundo, desde bosques y praderas hasta desiertos y montañas. Se encuentran más comúnmente en zonas con abundantes flores, ya que se alimentan de néctar y polen. También se sabe que los sírfidos se sienten atraídos por las fuentes de agua, como estanques, arroyos y lagos. Son polinizadores importantes, ayudan a transferir polen entre flores y también son fuente de alimento para pájaros, arañas y otros depredadores.