¿De qué evolucionaron los tarseros?

Los parientes evolutivos más cercanos de los tarseros son los primates antropoides (es decir, monos, simios y humanos). Se cree que los tarseros y los antropoides evolucionaron de un antepasado común que probablemente era un pequeño mamífero que vivía en los árboles que vivía en los bosques del sudeste asiático hace unos 55-60 millones de años. Este antepasado común se conoce como plesiadapiforme.

Con el tiempo, los tarseros y los antropoides comenzaron a divergir en sus caminos evolutivos. Tarsiers conservó su pequeño tamaño y muchas de las características primitivas de sus antepasados ​​plesiadapiformes. Los antropoides, por otro lado, experimentaron cambios evolutivos significativos que finalmente condujeron al desarrollo de cerebros más grandes, bipedalismo y otras características características de monos, simios y humanos.

A pesar de estas diferencias, los tarseros y los antropoides comparten un patrimonio evolutivo común. Los estudios genéticos sugieren que los tarseros están más estrechamente relacionados con los antropoides que con otros primates, como lémures y loras. Esta ascendencia compartida explica algunas de las similitudes que se pueden observar entre los tarseros y los antropoides, como sus manos y pies de agarre y su capacidad para ver en color.