Los humanos se llaman omnívoros porque consumen y obtienen beneficios nutricionales de una amplia variedad de fuentes de alimentos, incluidos los productos a base de plantas (frutas, vegetales, granos) y a base de animales (carne, lácteos, huevos). A diferencia de los herbívoros, que solo comen plantas, o carnívoros, que solo comen carne, los humanos tienen una dieta flexible y diversa que incluye una variedad de alimentos de diferentes grupos de alimentos. Esta naturaleza omnívora es una ventaja evolutiva que permite a los humanos obtener una ingesta equilibrada de nutrientes y adaptarse a diferentes entornos y disponibilidad de alimentos.