CAZA: Los capuchinos dorados son cazados por su carne y pelaje. También son capturados para el comercio de mascotas, o para su uso en la investigación y como artistas de circo.
Destrucción del hábitat: El capuchino de pecho dorado habita un pequeño rango geográfico, y su hábitat está seriamente amenazado por la deforestación. En Brasil, por ejemplo, donde viven la mayoría de los capuchinos dorados, los bosques se han reducido hasta en un 95%.
Cambio climático: El cambio climático también está afectando a los hábitats capuchinos de pecho dorado, ya que causa cambios en los patrones de temperatura y precipitación. Estos cambios pueden dificultar que los animales encuentren comida y refugio y puedan interrumpir su reproducción.