Los caracoles tienen algunos trucos inteligentes para protegerse incluso sin huesos:
* shell: La defensa más obvia es su caparazón. Hecho de carbonato de calcio, es una capa externa dura y protectora. Cuando están amenazados, los caracoles pueden retraer su cuerpo suave dentro del caparazón, haciéndolos mucho más difíciles de atacar.
* limo: Los caracoles secretan moco, que cumple varios propósitos:
* lubricación: Les ayuda a moverse suavemente sobre las superficies.
* Protección: El limo puede hacerlos resbaladizos y difíciles de agarrar.
* Deterrando a los depredadores: El limo puede tener un sabor desagradable para algunos depredadores.
* Ocultación: Los caracoles son maestros para encontrar lugares seguros para esconderse. Podrían excavarse en el suelo, meterse en grietas u esconderse debajo de rocas y hojas.
* Coloración: Algunas especies de caracoles tienen colores camuflados que los ayudan a mezclarse con su entorno, lo que los hace más difíciles de detectar por los depredadores.
* hábitos nocturnos: Muchos caracoles están activos por la noche cuando es menos probable que los depredadores estén fuera de casa.
* Hardidad: Incluso sin huesos, el cuerpo del caracol es sorprendentemente duro y resistente. Pueden soportar una buena cantidad de presión y no se aplastan fácilmente.
Si bien estas defensas no son infalibles, hacen que los caracoles sean relativamente bien protegidos en su entorno.