Las ardillas tienen orejas por la misma razón que la mayoría de los otros mamíferos lo hacen: para escuchar!
Sus oídos son increíblemente sensibles y los ayudan:
* Detecta a los depredadores: Las ardillas pueden escuchar sonidos que los humanos no pueden, como el susurro de las hojas o el paso más débil de un depredador.
* Localizar comida: Pueden escuchar los sonidos de las nueces que caen de los árboles o el movimiento de los insectos en la maleza.
* Comuníquese con otras ardillas: Las ardillas usan una variedad de vocalizaciones, incluidas las chirridos, los chirridos y la charla, para comunicarse entre sí.
Sus orejas grandes y móviles les permiten identificar la dirección de los sonidos y ajustar su audición en función de lo que necesitan escuchar.