A los ciervos no les encanta que los atropellen los coches. De hecho, ser atropellado por un coche es una experiencia muy peligrosa y aterradora para un ciervo. Se sabe que los ciervos desconfían de los automóviles y, por lo general, los evitan si es posible. Sin embargo, existen algunas razones por las que a veces los automóviles pueden atropellar a los ciervos:
- Movimientos bruscos: Los ciervos pueden asustarse fácilmente con movimientos repentinos, como un automóvil que se acerca rápidamente a ellos. Esto puede hacer que corran en la dirección equivocada o se congelen en el lugar, lo que puede aumentar las probabilidades de que los golpeen.
- Visión limitada: Los ciervos tienen una visión periférica limitada, lo que significa que es posible que no puedan ver un automóvil que viene de costado. Esto es especialmente cierto durante la noche, cuando los ciervos están más activos y tienen menos capacidad de ver.
- Errores de juicio: Los ciervos pueden calcular mal la velocidad o la distancia de un automóvil, lo que puede llevarlos a ponerse delante de él. Esto es especialmente cierto en el caso de los ciervos jóvenes, que pueden no tener tanta experiencia con los coches.
- Atropello: Los ciervos a menudo se sienten atraídos por el olor de los animales atropellados, lo que puede llevarlos a permanecer en áreas peligrosas. Esto puede aumentar el riesgo de ser atropellado por un automóvil.