Generalmente no es aconsejable separar a un cachorro de 1 mes de su madre. A esta edad, los cachorros dependen en gran medida de sus madres para obtener alimento, calidez y apoyo emocional.
Separarlos prematuramente puede provocar varios problemas físicos y de comportamiento, entre ellos:
- Carencias nutricionales: Los cachorros necesitan amamantar a sus madres para obtener nutrientes esenciales, como anticuerpos, que son cruciales para el desarrollo de su sistema inmunológico.
- Hipoglucemia: Los cachorros tienen reservas limitadas de glucógeno y dependen de la alimentación frecuente con leche para mantener sus niveles de azúcar en sangre. Separarlos de sus madres puede aumentar el riesgo de hipoglucemia, una afección potencialmente mortal.
- Dificultades de termorregulación: Los cachorros no pueden regular eficazmente su temperatura corporal hasta que tienen entre 3 y 4 semanas de edad. Separarlos de sus madres, quienes les brindan calor a través del contacto corporal, puede provocar hipotermia.
- Angustia emocional: Los cachorros forman fuertes vínculos con sus madres y compañeros de camada. La separación prematura puede causar angustia emocional y ansiedad significativas, lo que lleva a problemas de conducta como ladridos excesivos, lloriqueos o conductas destructivas.
Aquí hay algunas pautas comunes para separar a los cachorros de sus madres:
- Edad óptima de destete: Lo ideal es que los cachorros permanezcan con sus madres hasta que estén completamente destetados, lo que suele ocurrir entre las 6 y 8 semanas de edad. En ese momento, deberían comer alimentos sólidos de manera constante y depender menos de la leche materna.
- Separación gradual: Si es necesaria la separación antes de la edad óptima de destete, lo mejor es hacerlo de forma gradual. Comience introduciendo períodos cortos de separación durante el día, aumentando gradualmente la duración a medida que los cachorros se adapten.
- Proporcionar un entorno adecuado: Cuando están separados, los cachorros necesitan un ambiente cálido y sin corrientes de aire con acceso a agua y alimentos frescos. También deben tener juguetes y mantas para mantenerlos cómodos y entretenidos.
- Monitorear de cerca: Vigile de cerca a los cachorros separados para asegurarse de que coman, beban, hagan sus necesidades y se comporten normalmente. Si nota algún signo de angustia o problema de salud, consulte a un veterinario de inmediato.