En la mayoría de los casos, las madres no abandonan a sus crías que se han caído del nido. En cambio, muestran una variedad de comportamientos para protegerlos y cuidarlos. Esto es lo que normalmente sucede:
1. Monitoreo: Las madres vigilan de cerca sus nidos y las actividades de sus crías. Si notan que un pollito se ha caído, inicialmente pueden observar la situación para evaluar la condición del pollito y los riesgos potenciales en el área.
2. Estímulo: Las madres a menudo gritan o chirrían para animar a los polluelos caídos a regresar al nido. Incluso pueden volar hacia abajo y empujar o guiar suavemente al polluelo para que vuelva a subir.
3. Reparación de nidos: Si el polluelo caído resulta herido o no puede volver a subir por sí solo, la madre puede intentar reparar el nido o crear una plataforma improvisada cerca para facilitar el regreso del polluelo.
4. Provisión de alimentos: Las madres continúan brindando alimento y cuidando al polluelo caído tal como lo harían con los que aún están en el nido. Traen insectos, gusanos u otras fuentes de alimento al lugar donde se encuentra el polluelo.
5. Melancolía: A veces, las madres permanecen cerca del polluelo caído y meditan sobre él para brindarle calor y consuelo hasta que recupere fuerzas o encuentre el camino de regreso al nido.
El abandono de polluelos caídos generalmente no es algo común, excepto bajo ciertas circunstancias, como amenazas extremas a la propia supervivencia de la madre o si el polluelo caído está gravemente herido o es poco probable que sobreviva. En estos raros casos, la madre puede priorizar su propia supervivencia y el bienestar de la descendencia restante.