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En Apocalipsis durante el Juicio del Gran Trono Blanco ¿serán juzgados todos los muertos según sus obras o sólo los que no son cristianos?

En Apocalipsis, específicamente durante el Juicio del Gran Trono Blanco, todos los muertos, tanto cristianos como no cristianos, serán juzgados según sus obras. A este juicio a menudo se le llama el "juicio final" o la "segunda resurrección".

Según el Libro del Apocalipsis (capítulo 20), todos los seres humanos que no se encuentran en el Libro de la Vida serán llevados ante Dios para ser juzgados. El Libro de la Vida representa la lista de aquellos cuyos pecados han sido perdonados mediante la fe en Jesucristo. Aquellos cuyos nombres no estén en el Libro de la Vida serán juzgados según sus acciones, hechos y palabras durante su vida.

La norma para el juicio es la ley de Dios, tal como se revela en la Biblia, que abarca todos los principios y mandamientos morales. La Biblia afirma que todas las personas no han alcanzado el estándar perfecto de Dios y, por lo tanto, necesitan salvación y perdón a través de Jesucristo.

Respecto a los cristianos, es importante entender que la salvación en el cristianismo no se basa en nuestras obras o logros sino únicamente en la gracia y misericordia de Dios a través de la fe en Jesucristo. Sin embargo, los cristianos todavía son responsables de sus decisiones y acciones y están llamados a vivir una vida de obediencia y rectitud.

Si bien los cristianos son salvos de la condenación eterna a través de la fe en Cristo, aún enfrentarán un tipo de juicio o evaluación ante Dios llamado el Tribunal de Cristo, que es distinto del Juicio del Gran Trono Blanco. Esta evaluación se centra en evaluar las vidas de los creyentes y su mayordomía de los recursos y dones de Dios.

En resumen, el Juicio del Gran Trono Blanco se describe en Apocalipsis como un juicio según obras para aquellos cuyos nombres no se encuentran en el Libro de la Vida. Este juicio sirve como recordatorio de que todos los seres humanos son responsables de sus actos y decisiones y, en última instancia, enfrentarán la evaluación y la justicia de Dios.