¿Las lenguas realmente se adhieren al metal congelado?

Si bien es una creencia común, las lenguas en realidad no se adhieren al metal congelado debido al fenómeno conocido como "adhesión de metales fríos". Si bien es posible que la piel expuesta o la humedad en la lengua se adhieran momentáneamente a las superficies extremadamente frías, esta ocurrencia no es causada por la capacidad "pegada" de la lengua, sino por la interacción entre el agua y el metal frío.

Cuando una lengua cálida y húmeda entra en contacto con una superficie metálica sub-congelada, la delgada capa de agua en la superficie de la lengua se congela rápidamente, formando una capa delgada de hielo que une temporalmente la lengua al metal. Sin embargo, esta unión es débil, ya que se basa únicamente en la pequeña superficie de contacto entre el hielo y el metal. Tan pronto como se aplica una ligera presión o movimiento, la capa de hielo se rompe y la humedad de la lengua actúa como un lubricante, facilitando la separación del metal.

Factores como la temperatura del metal, la cantidad de humedad presente y la presión ejercida contribuyen a la adherencia temporal. No obstante, es crucial ejercer precaución al tocar superficies metálicas frías, especialmente con la piel expuesta o las partes húmedas del cuerpo, ya que el accesorio inicial y fuerte a menudo puede ser sorprendente y doloroso.