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La frecuencia de limpieza de una pecera para peces betta depende de varios factores, incluido el tamaño de la pecera, la cantidad de bettas en la pecera y la presencia de plantas vivas o decoraciones. Aquí hay algunas pautas generales:
Cambios de agua semanales: Realice un cambio de agua del 25 al 50 % una vez por semana para eliminar los productos de desecho disueltos, prevenir la acumulación de sustancias nocivas y reponer los minerales esenciales. Utilice un sifón o una aspiradora de grava para eliminar la suciedad y los residuos del sustrato durante los cambios de agua.
Cambios completos de agua: Dependiendo del tamaño del recipiente y del sistema de filtración, puede ser necesario un cambio completo de agua cada 2 a 4 semanas. Retire el pez betta a un recipiente temporal, limpie cuidadosamente el recipiente y las decoraciones y reemplace el sustrato si es necesario. Luego, llena el recipiente con agua fresca acondicionada y vuelve a introducir el pez betta.
Mantenimiento del filtro: Si usa un filtro, siga las instrucciones del fabricante para una limpieza o reemplazo regular. Enjuague periódicamente el medio filtrante con agua vieja del tanque para eliminar los residuos sin alterar las colonias de bacterias beneficiosas.
Limpieza puntual: Si nota que se acumulan restos de comida o desechos en el recipiente entre los cambios de agua, realice una limpieza localizada con una red o una jeringa para pavo. Esto ayuda a prevenir la degradación de la calidad del agua y mantiene el agua clara.
Hacinamiento: Evite abarrotar el cuenco betta, ya que esto puede aumentar la frecuencia de los cambios de agua y la limpieza requerida. Un solo pez beta debe tener al menos 5 galones de agua filtrada y calentada.
Si sigue estas pautas de limpieza, podrá mantener un ambiente saludable para su pez betta y garantizar su bienestar.