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Ser mordido por un perro puede tener diversas consecuencias y el resultado depende de varios factores, como la gravedad de la mordedura, la ubicación de la mordedura y el estado de salud del individuo. Si bien las mordeduras de perro pueden causar lesiones e infecciones, es poco común que una persona muera a causa de una mordedura de perro dentro de 2 a 3 días.
Sin embargo, en casos raros, una mordedura de perro puede transmitir bacterias o virus peligrosos que pueden provocar infecciones o complicaciones graves. La rabia es una de las infecciones más conocidas que se transmite por mordeduras de perro y puede ser mortal si no se trata a tiempo. Los síntomas de la rabia generalmente se desarrollan entre 2 y 3 semanas después de la picadura y pueden incluir fiebre, dolor de cabeza, desorientación y parálisis progresiva. Si se sospecha rabia, la atención y el tratamiento médicos inmediatos son fundamentales.
En algunos casos, las mordeduras graves de perro pueden causar sangrado excesivo, daño a los tejidos o daños a órganos vitales, lo que provoca insuficiencia orgánica o la muerte. Sin embargo, estos escenarios son poco comunes y generalmente ocurren en casos en que la víctima tiene múltiples lesiones graves o condiciones de salud subyacentes que complican el proceso de recuperación.
Por lo tanto, si bien es vital buscar atención médica ante cualquier mordedura de perro para prevenir infecciones y complicaciones, las muertes resultantes de mordeduras de perro dentro de 2 o 3 días son extremadamente raras. El cuidado adecuado de las heridas, la prevención de infecciones y el tratamiento oportuno de cualquier problema de salud resultante de las mordeduras de perro son esenciales para garantizar una recuperación exitosa.