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Existen varios peligros potenciales asociados con que un perro se coma una piña:
* Obstrucción gastrointestinal :Las piñas no son digeribles y pueden provocar una obstrucción en el tracto digestivo del perro, provocando síntomas como vómitos, diarrea, dolor abdominal y estreñimiento. En casos graves, puede ser necesaria una intervención quirúrgica.
* Trauma en la boca y garganta :Los bordes afilados de las piñas pueden provocar cortes y abrasiones en la boca y la garganta del perro, lo que provoca dolor, sangrado y dificultad para comer y beber.
* Astillamiento :Si el perro mastica una piña, ésta puede astillarse en trozos afilados que pueden incrustarse en las encías, la lengua o la garganta del perro, provocando importantes molestias e infecciones.
* Ingestión de resina de pino :Las piñas contienen resina, que puede ser tóxica para los perros. La ingestión de resina de pino puede provocar síntomas como vómitos, diarrea, dolor abdominal y depresión del sistema nervioso central.
* Alergias :Algunos perros pueden ser alérgicos a las piñas o a la resina que contienen, lo que puede provocar síntomas como picazón, hinchazón y dificultad para respirar.
Si sospecha que su perro se ha comido una piña, es importante buscar atención veterinaria de inmediato. El veterinario evaluará el estado de su perro y recomendará el tratamiento adecuado.