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Existen varias vías diferentes por las que se pueden administrar los medicamentos inyectables, entre ellas:
1. Inyección intramuscular (IM) :Esto implica inyectar el medicamento en un músculo. El lugar más común para las inyecciones IM es la parte superior del brazo (músculo deltoides) y el muslo (músculo vasto lateral). Las inyecciones IM se utilizan a menudo para vacunas y medicamentos que deben absorberse lentamente.
2. Inyección subcutánea (SC) :En las inyecciones subcutáneas, el medicamento se inyecta en la capa de grasa justo debajo de la piel. Los lugares comunes para las inyecciones subcutáneas incluyen el abdomen, los muslos y la parte superior de los brazos. La insulina y algunas otras hormonas comúnmente se administran mediante inyecciones subcutáneas.
3. Inyección intravenosa (IV) :Esto implica inyectar el medicamento directamente en una vena. Las inyecciones intravenosas proporcionan la administración más rápida y directa de medicamentos al torrente sanguíneo. A menudo se utilizan en situaciones de emergencia, durante cirugías o cuando es necesaria una administración rápida de medicamentos.
4. Inyección intradérmica (ID) :En las inyecciones intradérmicas, el medicamento se inyecta en las capas superiores de la piel, creando una pequeña ampolla. Este método se utiliza principalmente para pruebas de alergia, donde se inyectan pequeñas cantidades de alérgenos para observar la reacción de la piel.
5. Inyección intratecal (IT) :Esta vía implica inyectar medicamento en el líquido cefalorraquídeo (LCR) que rodea el cerebro y la médula espinal. Las inyecciones IT se utilizan para la administración dirigida de medicamentos al sistema nervioso central.
6. Inyección intraarticular (IA) :Implica inyectar un medicamento directamente en una articulación, como la rodilla o el hombro, para tratar el dolor y la inflamación de las articulaciones.
7. Inyección intraósea (IO) :En los casos en los que el acceso intravenoso sea difícil, se puede utilizar una inyección intraósea. El medicamento se inyecta en la médula ósea, que tiene un rico suministro de sangre, lo que permite una rápida administración del medicamento.
La vía de inyección específica depende de factores como las características del medicamento, la velocidad de administración deseada y el lugar de acción objetivo. Los profesionales sanitarios elegirán la vía más adecuada en función del estado del paciente y del medicamento que se esté administrando.