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Parece que su perro puede tener una afección cutánea conocida como fístula cutánea , que coloquialmente se llama "agujero" en la piel . Las fístulas se presentan como aberturas pequeñas (a veces grandes), redondas u ovaladas en la piel a través de las cuales algunos tipos de fluidos corporales, como pus u otras excreciones, drenan desde una estructura más profunda hacia la piel.
Es probable que una fístula que exuda una sustancia blanca cuando se presiona sea un tracto o canal anormal dentro de la piel que se conecta a una estructura corporal subyacente. En la práctica veterinaria, la causa más común de fístulas cutáneas es la infección. Los traumatismos cutáneos y la penetración de cuerpos extraños son las causas más comunes de fístulas relacionadas con infecciones. Estos tipos de fístulas se encuentran comúnmente como heridas por mordeduras que supuran, abscesos o heridas infectadas o reacciones a cuerpos extraños dentro de la piel. Cuando se produce una infección profunda dentro de la piel o los tejidos blandos, el cuerpo intenta drenar el líquido infeccioso hacia el exterior a través de un "camino de menor resistencia", que en la mayoría de los casos termina en la superficie de la piel. Si bien el material infeccioso finalmente drena a través de estos "agujeros", la infección comúnmente también progresa más profundamente en los tejidos. Esto crea un ciclo en el que se sigue acumulando y drenando más material infectado. La formación de fístulas es la forma en que el cuerpo intenta curar y eliminar la infección intentando drenar las bolsas infecciosas dentro de la piel para permitir que la superficie externa de la piel sane sobre la lesión desde el exterior.
Además de las infecciones, algunas enfermedades internas (por ejemplo, rotura de órganos abdominales, determinados tumores) también pueden provocar la formación de fístulas. En tales casos, la fístula puede drenar jugos digestivos, orina u otros fluidos corporales además de sustancias blancas.
Para identificar la causa exacta de la fístula cutánea en su perro, se recomienda encarecidamente la atención veterinaria. El veterinario tomará un historial médico, realizará exámenes de la piel y posiblemente realizará algunas pruebas de diagnóstico para identificar la causa subyacente y tratarla en consecuencia. Puede ser necesario drenar las acumulaciones profundas de pus, limpiar el tracto de la fístula interna y enjuagarlo con soluciones antisépticas. En algunos casos, es posible que se requiera cirugía para extirpar o reparar permanentemente el tejido o la estructura afectada. Además, según sea necesario, se recetan antibióticos y analgésicos.
En resumen, si notas un agujero en el lomo de tu perro que al presionarlo exuda una sustancia blanca, es recomendable que busques atención veterinaria lo antes posible para un diagnóstico y tratamiento adecuado.