¿Por qué te limpias cuando te lavas?

Hay varias razones por las cuales el fregado es una parte esencial del lavado:

Acción mecánica:el fregado crea fricción mecánica, lo que ayuda a eliminar la suciedad, la mugre y otras partículas de la superficie que se está limpiando. La fricción ayuda a aflojar y levantar la suciedad, lo que facilita la enjuague.

Potencia de penetración:el fregado permite que la solución de limpieza o el jabón penetre de manera más efectiva en la superficie, mejorando su potencia de limpieza. Esto es especialmente útil cuando se trata de manchas obstinadas o suciedad que se ha acumulado con el tiempo.

Limpieza profunda:el fregado llega a los rincones y grietas de superficies, asegurando una limpieza más profunda y más completa. Elimina la suciedad y las bacterias que pueden estar escondidas en estas áreas, lo cual es importante para mantener la higiene.

Eliminar manchas obstinadas:el fregado es particularmente efectivo para eliminar las manchas difíciles, como grasa, tinta o derrames de alimentos. La acción abrasiva ayuda a descomponer las moléculas de manchas y hacer que sean más fáciles de enjuagar.

Exfoliación:el fregado también puede tener un efecto exfoliante en la piel, eliminar las células muertas de la piel y promover una piel más suave y saludable.

En general, el fregado juega un papel crucial en la mejora de la efectividad del proceso de limpieza al proporcionar acción mecánica, potencia penetrante y permitiendo una limpieza más profunda y exhaustiva de las superficies y la piel.