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Factores evolutivos
1. Ventaja depredadora :Los perros que cazaban en la naturaleza a menudo tenían que evitar cuerpos de agua para mantenerse sigilosos.
2. Predisposición genética :Ciertas razas, como Terranova, fueron criadas para recuperar agua y se han adaptado para disfrutar del agua. Otros pueden tener el miedo o la aversión escritos en sus genes.
Experiencias negativas
1. Trauma por ahogamiento :Una experiencia de casi ahogamiento, siendo un cachorro o incluso un adulto, puede crear un miedo profundo al agua.
2. Superficies resbaladizas :Los perros sienten una falta de control sobre superficies mojadas, lo que es especialmente cierto si experimentan agua por primera vez en el interior, en suelos resbaladizos.
3. Ruido fuerte y niebla :Los ruidos repentinos como salpicaduras o sonidos fuertes de cascadas, junto con la niebla fría, pueden abrumar los sentidos sensibles de los perros.
4. Manejo brusco :Si se le obliga a entrar en el agua a una edad temprana o si se le maltrata mientras se baña, un perro puede desarrollar una aversión que le durará toda la vida.
5. Olor abrumador :Los olores intensos cerca de una fuente de agua (como pescado o algas) pueden resultar desagradables para el sensible olfato de su perro.
Personalidad y experiencia
1. Temperamento nervioso :Los perros naturalmente tímidos pueden desconfiar de las nuevas experiencias, incluida el agua.
2. Exposición limitada :Los perros que crecieron en interiores o en áreas sin acceso al agua a menudo no tienen un contexto para estar dentro o alrededor de ella.
Condiciones médicas
1. Artritis :El dolor causado por problemas en las articulaciones puede hacer que la navegación en el agua sea incómoda para los perros mayores.
2. Infecciones de oído :Algunas afecciones del oído pueden causar dolor cuando el agua ingresa al canal auditivo, lo que hace que se evite el agua.
3. Problemas de la piel :Los perros con piel sensible pueden encontrar incómoda la inmersión.
4. Problemas cardíacos o respiratorios :Estos pueden hacer que nadar sea desafiante o peligroso.
Respete siempre las decisiones de su perro y nunca lo fuerce a meterse en el agua si se muestra reacio. Si comprende las razones detrás de su miedo y utiliza refuerzo positivo, puede ayudarlos a sentirse más cómodos. Consulte a un entrenador, conductista o veterinario para obtener orientación personalizada.